En Tucumán son una moneda corriente de traslado hacia el interior de la provincia, aunque ilegales, siguen funcionando con total normalidad por las rutas y calles de todas las ciudades.

El negocio de los autos rurales es algo común y normal en Tucumán, una moneda corriente que podemos encontrar en diferentes zonas de la capital y en casi todo el interior de la provincia. Sin embargo, muchos de los chóferes, por no decir la mayoría, se manejan de forma ilegal de acuerdo a las leyes de tránsito. Además de las múltiples incomodidades que supone viajar en ellos. A pesar de todo esto, la gente sigue transportándose en ellos, ya sea por diferentes razones; la principal es el tiempo que dura el viaje, mucho más corto que en un colectivo; otro motivo es el precio, que como máximo llega a igualar el costo del boleto de un ómnibus.

Las principales zonas donde se ubican los coches rurales, son en la calle Charcas al 100 y en Moreno y 24 de septiembre (Capital). En el interior los podemos encontrar, por ejemplo, en Simoca, Alderetes, Monteros, La Cocha, Bella Vista, Concepción, y demás departamentos; la mayoría del sur de la provincia.

¿Cuáles son la irregularidades que cometen?

Si tomamos un lugar en concreto, por ejemplo, Simoca, tres de cada diez conductores cumplen los requisitos necesarios para circular. Los siete restantes no tienen los papales al día del auto, tampoco las medidas de seguridad (cinturón, airbag, luces, etc), mucho menos poseen el carnet, ni la cédula verde para manejar. Esto se debe a que son coches prestados o alquilados a terceros para que trabajen. También sobrepasa la cantidad permitida para transitar en un auto (seis persona, cuando lo correcto es cinco).

Por todas estas cuestiones mencionadas, están constantemente esquivando cualquier tipo de control vial y policial en las rutas, lo cual les lleva a circular ya sea por caminos de tierra, senderos o cañaverales.