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Transitar con mochilas, bolsos, carteras por las calles de 'El Bajo'' de la Capital tucumana se transformó en un arma suicida, debido a la gran cantidad de ''mecheras'' que circulan por la zona en busca de presas que alimenten su ilicita vida.
Las ladronas se adueñaron de veinticuatro de septiembre primera y segunda cuadra, comienzo de Avenidas Saenz Peña y Nicolas Avelaneda, inicio de Charcas y Benjamin Araoz, y , convirtieron la zona en Tierra de ellas.
El modo de acción de las femeninas es caminar normalmente como cualquier ciudadano y una vez que visualizan una posible presa, la rodean de manera tan minuciosa que las victimas en el 90% de los casos no se dan cuenta en el momento que sustrajeron sus pertenencias, en muchas oportunidades las personas que sufrieron el hurto caen en la realidad en sus casas o en el colectivo cuando están volviendo a sus destinos.
Estas mujeres actuan con tanta impunidad porque las leyes las amparan. El personal policial las conoce a todas, las pueden detener, pero para que la justicia pueda actuar tiene que haber denuncias radicadas en la comisaría correspondiente, pero no las hay porque las victimas, en la mayoria de los casos se enteran después que fueron atacadas por esta selvática especie que crece cada día mas, y si no hay una transformación en las leyes, para que sean mas rigurosas con el accionar de estas mujeres, 'El Bajo tucumano será eternamente Capital de las Mecheras.
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