Les cuento una historia que me paso junto a mis amigos. Un viernes por la noche, con tres amigos fuimos a pescar en
el Rio Medina, del puente que queda en ruta 157.
Decidimos parar ahí parar ver en qué lugar pararíamos y Pablo,
uno de mis amigos, nos recomendó que en un lugar llamado 'Gasoducto' (10 km hacia
adentro) se pesca bastante bien ya que había venido hace dos semanas y había
mucho pique.
Llegamos alrededor de la 1 de la mañana, esa noche corría
una leve brisa y en un par de horas se puso nublado, también nos percatamos que
había varios monolitos, que al preguntar a otros pescadores y lugareños nos
dijeron que eran de personas que se habían ahogado, en ese lugar donde estábamos
por armar la carpa. Decidimos alejarnos de allí, porque... un poco de miedo nos
daba sinceramente, sobre todo a Fernando que prácticamente nos rogaba que no
nos quedáramos en ese lugar que daba mucha impresión.
Armamos nuestros equipos de pesca, no muy lejos de los
monolitos. Corría un viento bastante fuerte que penetraba nuestra 'humilde
morada' que montamos entre dos árboles inmensos que nos pudiera proteger en
caso de que lloviera.
Jorge y Pablo, mis dos amigos, se fueron a pescar a la luz
de luna, mientras que Fer y yo nos
quedamos armando nuestras cañas y preparando el fuego ya que habíamos perdido
en el 'piedra, papel o tijera' y nos tocó esa tarea. Cuando nos dirigíamos a
donde estaban los chicos, escuchamos unos gritos y pudimos ver que en medio de
la oscuridad venían corriendo Jorge y Pablo, gritando que habían visto una
mujer sola cantando a la orilla del rio y cuando uno de mis amigos se acerco,
esta desapareció. Estaban demasiado nerviosos, y nos quedamos en la carpa un
rato hasta que se les pasara el susto, el cual, nos contagio a todos.
El viento se despertó alrededor de las 4 de la mañana y casi
dormidos, escuchamos un grito desgarrador que venía de afuera de la carpa.
El miedo... nos invadió. Fer se quedo totalmente inmóvil.
Salimos los cuatro cuando de repente, vimos como una mujer, vestida de blanco,
llorando y gritando, subía a un árbol tétrico, esta 'persona' subía el árbol...
FLOTANDO. Flotando o levitando, en ese momento, todo mi cuerpo se lleno de
terror, y me quede perplejo por lo que estaba viendo, parecía una película de
terror, no sé como hicimos pero nos metimos adentro de la carpa, y aguantamos
hasta que amaneció. Esa mujer no volvió a aparecer en el resto de la noche.
Hasta los días de hoy, en alguna juntada nos acordamos de
esos momentos y se me pone la piel de gallina por lo que paso esa noche. AUN,
NO SABEMOS QUE FUE... Pero estoy seguro de que existen cosas de otro mundo, sin
explicación.
MAXIMO FERNANDEZ , CONCEPCIÓN